sábado, 21 de abril de 2012

Duatlón de Riaza

  ( Por Álvaro San Romualdo)

     El pasado 15 de abril tuvo lugar el Duatlón de Riaza, prueba clasificatoria para el campeonato de España de duatlón que se celebrará en Águilas (Murcia) el próximo 5 y 6 de mayo. Con un día infernal en el que daba ganas de todo menos de salir de casa, tocó madrugar ya que la prueba élite empezaba a las 11:45, así que a las 9 ya estabamos de cámino hacia Riaza Miguel Ivan, del Triatlón IMD Segovia, y yo. Llegamos a Riaza y ya estaban preparándose para correr los del duatlón autonómico que se celebró también y los ánimos, lejos de aumentar, se esfumaban al ver gorros, guantes, mangas largas, en fin todo tipo de ropa de abrigo que parecía poca. Un cafetito, saludos a conocidos y a dejar la bici al box cuanto antes para calentar, misión casi imposible, aunque bueno, al mal tiempo buena cara.... las espectativas no eran excesivamente buenas después de unas semanas mas bien regulares tirando a malas con la bici.
Con ganas de hacerlo lo mejor posible nos plantamos en la linea de salida. El primer 5000, selecciona un grupo con Carlos Blázquez, Javi García, Freixa, Duarte, Juan Salvador Diaz y Borja Martínez que  llegaba a la T-1 con unos 10 segundos sobre Garnacho y sobre mí. Una transición horrorosa hace que pierda las opciones de coger al grupo de cabeza, mientras que Garnacho sí es capaz de enganchar prácticamente a la salida del box. Este panorama y la poca confianza que tengo en mi sector en bici, hace que decida esperar al grupo que viene por detrás, unas 8 unidades en las que marcha Rodrigo Borrego o César Morillo entre otros, con la esperanza de aguantar la subida a la Pinilla y jugárnosla en el último 2500, aunque ya lejos de la cabeza de carrera....pero pronto veo, que si quiero aguantar voy a tener que sufrir a pesar de que el ritmo no es excesivamente alto;  a menos de 2 km de coronar la Pinilla me veo vacío, llevo las piernas tan duras que cada pedalada es toda una pelea, por lo que me veo obligado a terminar la subida a mi ritmo. Al coronar me cazan dos corredores del Alcobendas que hacen que me vuelva animar y comenzamos el descenso, descenso no muy técnico pero que se puso feo ya que comenzó a granizar y era imposible mirar al frente; qué pedradas en las piernas y en la cara, "lo que me faltaba" iba pensando yo.
Total, que cazamos algún duatleta que se había quedado por delante y llegamos a la T-2. De nuevo transición horrorosa, no me puedo desabrochar el casco por el frío, los pies mojados de los charcos....salgo a correr el último y las piernas siguen sin funcionar, aunque pronto se activan y voy cazando y adelantando a compañeros.
Finalmente llego a meta en el puesto 16, no es ninguna maravilla pero viendo el día que ha hecho y las sensaciones en bici, me puedo dar con un canto en los dientes.





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